sábado, 12 de julio de 2008

El regreso del tesoro inútil





5 comentarios:

nadie dijo...

Tanta amabilidad no me deja otra que pagarles otra vez.


Que estúpido de mi parte, esto de guardar valores que no compran nada.

Walter Leonardo Doti - (Filosofo Multimedia) dijo...

Las imágenes de esos billetes parecían impresas en impresoras de matriz de punto.
Recuerdo a mi cuñada reuniendo a todos con emoción para contarnos un chiste "genial" que le habían contado: "¿Saben qué significa el símbolo del austral?. Argentinos en la vía." Malíííísimo.

Fede dijo...

Cosas para contarle a los nietos:

1. Esos billetes fueron los últimos que no incluían billetes de 2 y de 20 (cosa e' gringo, es decir: práctica) Tampoco había entonces monedas de 25.

2. Los billetes, por orden de valor, seguían el orden de los presidentes: 1, Rivadavia; 5, Urquiza; 10, Derqui... Por la inflasión, los ceros proliferaron y con ellos, presidentes más prosaicos. Recuerdo un chiste de Tato Bores, hablando por teléfono (supuestamente) con Alfonsín: "Dentro de poco va a aparecer un billete con la geta suya"

3. "La Argentina vuelve a tener peso" fue el lema de la convertibilidad.

Idea dijo...

¿Se dan cuenta que en realidad somos igualmente efímeros que ellos, los billetes digo?
A los 20, cualquiera se prende, a los 40 empieza a verse la cosa más negra, a los 70 ya no servimos ni para pagar el entierro.

luiS tArrio dijo...

yO tenGo uNo dE cuaNdo eRa chiCo, peRo lO gastE.